
Encre
et Gouache
Mireille Petit-Choubrac
Copyright Lestamp Edition-
Pour l'Edith
Piaf de
J. Deniot. 2012 |
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L'Eté du Lestamp
2012
s'est
déroulé les 28 29 et 30 juin 2012
sur le
thème
Des Hommes
Des Femmes
Inerties et
métamorphoses
anthropologiques |

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T 06 88 54 77 34,
0977093713
email:
jacky.reault@wanadoo.fr
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Chile es un país brutalmente
enfermo
Ana MUGA
| Martes
24 de septiembre 2013 - 7:35
hrs. | 278
Le Chili, une regard tenace du
Lestamp depuis plus de dix ans
Nous nous souvenons, en mars
2003, lors du Colloque,
Une vie, une ville,
le monde,
en hommage du Lestamp, à Claude
Leneveu, un de
ses co-fondateurs tragiquement
disparu, d'une remarquable
relation ethnographique de la
société chilienne, effectuée par
un alors doctorant
franco-chilien, Diego Nicolich-Maraboli, dans
le prisme de l'ambivalence
politique interne à sa propre
famille maternelle fractionnée
entre le petit entrepreneur
routier et le médecin
spécialiste. Lors du Colloque,
Les
sociétés de la mondialisation,
une communication avait suivi
dont j'avais suggéré le titre,
Chili : la société
prototype (de la mondialisation).
Aujourd'hui Rosa Maraboli
Faundez,
thérapeuthe
franco-chilienne emprisonnée
sous Pinochet, réfugiée puis
installée à Nantes**, élève de
Thobie Nathan, et de longtemps
collaboratrice à des activités
de recherche du Lersco puis du
Lestamp, nous propose l'édition
de ce texte d'une psychiatre
chilienne, dont le diagnostic
peut être qualifié
d'ethnopsychiatrique. Elle nous
profile cette société entre les
microcosmes des vies et le
macrocosme d'un enfermement dans
le silence sociétal qu'ont
engendré les dictatures
conjuguées, d'Augusto Pinochet
et des
Chicago boys.
Rosa Maraboli se propose de le
traduire. Nous nous empresserons
de publier ce document bilingue
exceptionnel à destination d'un
lectorat francophone et
castillan, d'étudiants et
chercheurs. (jd, jr mai 2014)
**
A notamment publié, Une cité en exil,
Cahiers de l'Institut Kervégan, Nantes
Internationalement vôtre ? juin 2001
Psiquiatra Rodrigo Paz, diagnostica al país a 40
años del golpe:
“Chile es un país brutalmente enfermo”
Ana Muga
| Martes 24 de septiembre 2013 - 7:35 hrs. | 278
Con cifras y estadísticas frescas en su memoria,
el reconocido médico psiquiatra y especialista
en neurociencias, analiza la salud mental de los
chilenos a 40 años del golpe militar y su
diagnóstico es tajante: “Este es un país
brutalmente enfermo”, asegura, corroborando sus
palabras con datos que muestran altas tasas de
depresión, estrés y adicción en la población,
señalando que son todas enfermedades que se han
desatado luego de la imposición del modelo
neoliberal instalado por la dictadura. Su
conclusión es que en la sociedad chilena se
instaló la anomia, “que es la pérdida de la
confianza en que existe un colectivo”, un
fenómeno que genera aislamiento e
insensibilización.
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Claves: chile, golpe
de estado, país
enfermo
La consulta del doctor Paz está en el límite
histórico entre el barrio alto y el bajo pueblo:
La Plaza Italia. Para iniciar esta conversación,
subimos a su consulta en un quinto piso al
comienzo de calle Vicuña Mackenna, y lo primero
que dice, al preguntarle por la salud mental de
los chilenos, es que no quiere hacer
“atribuciones causales”, que prefiere comenzar
por los hechos, dando inicio a una larga lista
de problemas que pesan sobre la población de
nuestro país :
“Uno: Chile es el país que tiene la tasa de
depresión más alta del mundo. En la última
Encuesta Nacional de Salud se logró establecer
que 2 de cada 10 chilenos presentaban síntomas
depresivos como para provocar algún grado de
incapacidad funcional. Si uno compara eso con la
estadística internacional, el promedio en
estudios similares, hay 4 veces más prevalencia
de síntomas depresivos en la población de
chilenos adultos que en el resto de la población
mundial.
“Dos: En todos los países de la OCDE el suicidio
en niños y adolescentes, o se mantiene estable o
va en disminución. Chile y Corea del Sur son los
únicos países donde el suicidio en niños y
adolescentes va en aumento.
“Tres: En la última encuesta de violencia
aplicada por Adimark, 3 de cada 4 niños
chilenos, declara que en su casa hay situaciones
de violencia física y/o psicológica, y 1 de cada
10 niños chilenos reporta que ha sido víctima de
abuso sexual.
“Cuatro: Chile es el país del mundo donde el
consumo de alcohol de y/o marihuana se inicia
más precozmente. El promedio de inicio de
consumo de alcohol y marihuana y/o nicotina es a
los 12 años, en circunstancias que en el mundo
es entre los 14 y 15 años. De hecho las tasa de
adicción en niños y adolescentes son de las más
altas del mundo”.
“Cinco: Cerca del 40 por ciento de la población
de adolescentes consumen alcohol en forma
perniciosa para la salud. Cerca del 5% de la
población de niños y adolescentes consume pasta
base de forma adictiva y más menos el 10% de la
población consume marihuana en forma perniciosa
para la salud”.
“También tenemos las tasas más altas del mundo
en conductas de bullying, de maltrato de niños
por otros niños, para qué hablar de las tasas de
delincuencia infanto-juvenil. Somos el país con
la mayor tasa de internación en cárceles del
mundo. La tasa de institucionalización en
hogares del Sename, por situaciones de violencia
intrafamiliar y otras, también es de las más
altas del mundo. En Chile, las dos causas
principales de muerte entre jóvenes y
adolescentes, es muerte violenta, ya sea por
suicidio o por homicidio. Uno de cada 3
santiaguinos se declara altamente estresado. En
fin tenemos una serie de indicadores que
muestran que estamos atravesando por una
gravísima crisis de salud mental inédita en
occidente.”.
-¿Qué pasó con los ciudadanos de este país para
tener este escenario?
“Uno puede visualizar varias causas: Chile tenía
cierta forma de trabajar, una cierta forma de
funcionar y con el golpe militar se instala esto
que se ha llamado modelo neoliberal, que cambia
totalmente esta forma de vida. ¿Y en qué
consiste este modelo? Básicamente en dos o tres
cosas: primero, el Estado es subsidiario, lo que
significa que las iniciativas en Salud,
Vivienda, Educación, previsión social son
entregadas a particulares y el Estado sólo
interfiere cuando los particulares no pueden
resolver estos problemas. ¿Qué significa en la
práctica?, que cada chileno tiene que
arreglárselas por su cuenta y eso ha generado un
sentimiento de desconfianza, de inseguridad, de
desprotección total. La gente siente que ya no
hay nada, ni nadie, que lo pueda proteger. Si
eso se conecta con otro fenómeno propio del
neoliberalismo, que es la individualización,
entonces, ya no hay sindicatos, no hay colegios
profesionales, no hay federaciones estudiantiles
-sólo en el último tiempo han asumido mayor
vitalidad- pero claramente, tenemos un tejido
social pobre. Todas las iglesias están
debilitadas, los sindicatos, las juntas de
vecinos, la gente comienza a replegarse en sus
casas.
“El sistema neoliberal además, ha puesto la
exigencia que las mujeres entren masivamente al
mundo laboral y tienen que dejar a sus hijos
precozmente en salas cunas y todos sabemos que
los niños, los primeros seis meses o el primer
año de vida no tiene que estar en salas cunas,
tienen que estar con su madre, pero el modelo
neoliberal exige que la madre salga a trabajar
porque con el sueldo de uno de los progenitores
no basta. Entonces, tenemos progenitores
cansados, obligados a dejar a sus hijos
precozmente, a destetarlos. Tenemos niños más
estresados. Tenemos mala educación. Los
colegios, salvo los que pueden pagar, son de muy
mala calidad, se van segregando por nivel
social, entonces, los colegios donde hay menos
plata, es donde hay más estrés y hay mayor
violencia. De hecho hay indicadores claros que
dicen que la tasa de angustia y depresión es de
más o menos un 7% anual en las personas de Lo
Barnechea, Vitacura y Las Condes, pero es de un
40% anual en los sectores de bajos ingresos, o
sea, claramente, la angustia y la depresión en
Chile se distribuyen según nivel socioeconómico.
Agréguele a eso que tenemos un sistema
previsional absolutamente reventado, con un
sistema de salud que está quebrado, donde se
crea un sistema Auge que en la práctica
significa que si usted se fractura una cadera a
los 70 años va a tener que esperar un año con
suerte para que la operen. Entonces:
Desprotección, trabajo precario, campea el poder
de los empresarios, de los poderosos, con bajo
nivel de sindicalización, con leyes laborales
que protegen poco a los trabajadores, con
inspecciones del trabajo que muchas veces
favorecen más al empleador que a los
trabajadores”.
-¿Quiénes acuden a su consulta?
“Trabajadores del Transantiago, trabajadores del
comercio, cajeras de supermercado, vendedores de
call center, profesores sobreexplotados que
tienen que trabajar a triple jornada para hacer
las “lucas”, y al otro lado: ejecutivos de
bancos y de empresas transnacionales, porque la
lógica del neoliberalismo es la sobreexplotación
del trabajador que incluye también al ejecutivo,
entonces, tenemos estrés al por mayor”.
-¿Cuánta responsabilidad tiene en la salud
mental de la población, la impunidad en la que
ha vivido la sociedad chilena en los últimos 40
años?
“Afecta, y no sólo la impunidad de los crímenes
cometidos hace 40 años atrás, hay que pensar que
hoy 15 mil niños están secuestrados por el Poder
Judicial, y las familias que hay detrás de esos
niños, que no tienen plata para pagar un buen
abogado. Porque, ¿quiénes son los que van a las
cárceles?, los pobres. ¿Quiénes son los niños
que terminan en el Sename?, los niños pobres.
Además, tenemos un Poder Judicial que está en
crisis. Carpetas que se acumulan en la fiscalía.
Los fiscales de abusos sexuales no dan abastos.
O sea, un Poder Judicial que no está al servicio
de la gente. Claro, en aquellos sectores que
sufrieron más directamente la represión de la
dictadura, por cierto que ahí también se acumula
mayor fragilidad y patologías.
Otro sector muy afectado en su salud mental y
emocional, es el pueblo mapuche. Estamos
comenzando a trabajar con comunidades de niños y
adolescentes en la zona mapuche, en Ercilla
precisamente, y la impresión que tenemos es que
hay un nivel de angustia, de temor, de
desesperanza en algunos casos, brutal. No sólo
en los niños, en mujeres, en hombres. Niños que
ven como entra Carabineros a las 12 de la noche,
les descerraja la puerta, sacos de harina que se
rompen en allanamientos que se hacen dos o tres
veces al mes.
“Hoy tenemos no sólo el impacto a los derechos
humanos de hace 40 años atrás. Hay territorios
en Chile donde la violación a los derechos
humanos continúa de manera subrepticia, o a
veces más directa, como en la zona mapuche”.
LA ANOMIA “UN PAÍS DE ZOMBIES”
-¿Pero qué pasa con una sociedad que ve que
quienes cometieron violaciones atroces a los
derechos humanos, tienen penas menores o bien,
andan sueltos y se los puede topar en cualquier
esquina? Que no ha habido justicia.
“No hay justicia para los poderosos, porque para
el pobre la justicia le cae con brutalidad. Todo
eso va generando un fenómeno que se llama
anomia, que es la pérdida de la confianza en que
existe un colectivo”.
“Los seres humanos somos animales sociales,
somos primates sociales, somos colectivo.
Nuestra identidad se forma en la interacción con
los otros. Entonces, ¿qué pasa cuando se
disuelven los vínculos sociales y se pierde la
confianza en que el colectivo es portador de una
norma, de un sentido, de una cultura? Surgen
estas tribus urbanas, surgen las sectas, los
movimientos religiosos fundamentalistas, porque
el ser humano necesita del colectivo. Se produce
este fenómeno de aislamiento, de
insensibilización donde al final vamos
transformándonos en un país de zombies, que
viven en la rutina. Se produce una anomia, una
pérdida de la conexión con la moral, lo social,
lo valórico. Entonces, hoy día pasan cosas
aberrantes en Chile y la gente sigue su camino
como un verdadero zombie, y el que logra
conectarse con la realidad se deprime y se
angustia. Tenemos un país dividido entre los
anómicos, insensibilizados, zombificados y los
que logran conectarse con esta situación”.
-¿El diagnóstico es que este es un país que está
enfermo?
“Este es un país brutalmente enfermo, es cosa de
ver cómo manejamos, cómo nos vinculamos, la
pérdida de cordialidad. Es un país neurótico”.
-En el caso de un paciente, existen terapias y
medicamente, ¿qué se hace cuando es un país el
enfermo?
“A un paciente, le damos fármacos para que el
cerebro comience a funcionar mejor, se adapte.
Psicoterapia, para que la persona vuelva a
recuperar un nivel que le permita funcionar,
pero claramente estamos colocando parches. Si
queremos salir de esta crisis de salud mental,
el país tiene que cambiar. Tenemos que volver a
pensar, a imaginar un país decente, un país
vivible. Porque podemos generar ejércitos de
psiquiatras, psicólogos, consultores de salud
mental, pero siempre vamos a quedar al debe,
porque lo que está generando esta oleada de
enfermedades, inestabilidad emocional y estrés,
es el modelo y hay que hay que cambiarlo, pero
para poder cambiarlo se necesitan ciudadanos
movilizados y conscientes. El problema es que el
modelo genera anomia y zombificación social. No
es fácil. En la medida que el modelo va
enfermando más a la gente, la gente se va
haciendo menos sensible. Por eso el trabajo de
recuperar la ciudadanía, la esperanza, es un
trabajo urgente”.
-¿El proceso electoral que hoy vivimos, en el
cual se inscribieron nueve candidaturas a la
presidencia, habla de un despertar o de todo lo
contrario?
“Yo creo que habla justamente de los contrario,
de la anomia, porque resulta que no hay sentido
colectivo. La gente es incapaz de generar
alianzas. Creo que si hubiera más facilidades
para inscribir candidaturas habría 17 millones
de candidatos, porque cada grupúsculo desconfía
del otro y genera identidades parciales, es un
fenómeno de sectarización de la política porque
hay desconfianza. Entonces, está la izquierda
más uno, más dos o más tres. Ni la derecha logra
ponerse de acuerdo, porque no hay redes, no hay
vínculos, no hay capacidad para generar alianzas
y eso también tiene que ver con el impacto que
tiene el modelo neoliberal. Porque ¿cuál es el
mensaje?: arréglatelas solo, emprende solo,
porque esta es una jungla y el que no se las
arregla solo, estásonado”.
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